PÁGINAS AL VIENTO - Poemas | PANEL CENTRAL |
Lágrimas de alambique
Vicente
Herrera Márquez
Parece que hoy descubrí la medicina mágica que hace escribir
todos los días.
Hasta hace un tiempo creía que solo amor y desamor parían
palabras en verso.
Hoy me doy cuenta que cualquier alambique puede llorar
letras rimantes
o simplemente palabras sin tapujos, sin vergüenza ni sombras
de fetiches actuales.
Son las letras y palabras impregnadas con el destilado de
las lágrimas espirituosas,
del grano producido por gramíneas en cualquier pradera del
mundo,
ya sea de Escocia, Rusia, Polonia, Ucrania u otros países
donde caliente el sol;
de la caña prensada en algún ingenio de América Central y
América del Sur;
de frutas cultivadas en huertos familiares y cooperativas de
trabajo compartido
en la fertilidad de los cinco continentes aunque falte agua,
pero nunca voluntad;
son manzanas, naranjas, guindas, cactáceas y otras, aliadas
con aromas de hierbas;
también de las uvas estrujadas en los valles transversales
de mi tierra chilena;
o en los valles de origen del vino, sean estos españoles,
franceses o italianos.
De esas lágrimas condensadas que se destilan en los
inviernos del norte y del sur,
en alambiques artesanales y también en modernas destilerías,
puede nacer un poema de amor, también de desamor, un adiós o
una llamada.
Pueden nacer palabras desde los aromas que traen los vientos
y el poeta escribe :
al amor en guarda, en vasijas de greda, en barricas de roble
o cubas de acero;
desde el abecedario escondido en una copa, una botella, una
bota de cuero o en un porrón;
porque olvidó las letras, se siente solo y olvidado o
simplemente porque está ebrio.